Quisiéramos hablar de nuestro amigo Samuel, amigo de corazón inmenso.
Samuel era todo energía positiva, aun antes de que se inventara el new age: lleno de energía, en todo lugar que estaba se sentía su presencia, su sonrisa y algo indefinible, como una magia especial que solo él tenía para hablar y explicar, y que contagiaba a todos. Samuel llegó de Tetuán, Marruecos, al colegio en el bachillerato, y con su personalidad tan especial rápidamente se convirtió en uno de los alumnos más activos, tanto en el Centro de Estudiantes, donde fue escogido presidente, como en el Jidón Hatanáj, donde no fue escogido, y a ambos reaccionó igual, como en el equipo de básquet, como en la tnuá, el Hashomer Hatzair, donde fue madrij, liderando temas intelectuales y profundos a la par de divertirse y carcajearse. La mayoría de sus janijim en la tnuá están en Israel. Su carcajada que brotaba como un manantial refrescante, todavía la oigo ahora... Muchas son las cualidades y calidades de Samuel. Una de ellas, sentimental, es que al abrazarte, con su grandota palma de mano te acariciaba. ¡Sentías que de verdad-verdad te quería!
Luego de mucho conflicto interno entre quedarse con su familia en Venezuela o ir a buscar un futuro incierto en un país anhelado, Samuel decidió hacer aliá, viviendo el significado hebreo de ascender en espíritu en un amplio significado.
Entre los años 1975-78 cursó estudios de Matemática y Filosofía Judía en la Universidad Hebrea de Jerusalén.Se reía de la idea de que él era de los pocos cumpliendo esa mezcla inusual entre agua y aceite, solo que estos últimos se podían digerir mejor.
Samuel cumplió su servicio militar obligatorio en la artillería, lo que él convertiría en otra fuente de historias cómicas. Una de ellas gira alrededor de tener permiso especial de no ir con botas militares, ya que en el depósito de uniformes de su unidad no tenían botas de su tamaño y había que mandarlas a pedir especialmente.
Regresó luego a su alma mater y se graduó suma cum laude en 1984 en maestría de Educación y Filosofía Judía. Dos años después lo recibieron en el prestigioso grupo de Jerusalem Fellows, donde empezó su “telos” en desarrollo de liderazgo educacional judío. Otra mezcla inusual en esos tiempos.
Todo este tiempo vivió en Jerusalén, cambiando de vivienda de un barrio pintoresco a otro aún más. Así vivió en un barrio de nuevos olim de Georgia (ex URSS), foco en esa época de los peores chistes racistas israelíes; en realidad, decía él, chistes reciclados de inmigraciones previas, solo cambiando el origen del protagonista. Pasó de allí a Geula, barrio de judíos ortodoxos, probablemente al único apartamento de estudiantes universitarios no ortodoxos del barrio.
Se casó con Flory en Venezuela y mostraba con orgullo una foto de ella con atuendo tradicional marroquí. Vivieron en Jerusalén, y luego de volver de shlijut en México, en Tzur Hadasah.
Aunque muy ocupado con el trabajo, siempre tuvo tiempo y atención para su familia, especializándose en limpiar la casa y preparar el almuerzo a los niños para cuando volviesen del colegio, mientras estudiaba otra propuesta de consultoría del Banco Mundial. Disfrutó enormemente y siempre se refería con cariño y orgullo a sus tres “reyes” – Asher, Avi y Netanel. Mantenía urgentes conversaciones nocturnas con Asher, cuando este llamaba del ejército (capitán y comandante de compañía en la brigada de paracaidistas), para consultarle qué hacer con algún problema de este o aquel soldado bajo su mando. Tenía igual de urgentes conversaciones con Avi, cuando este le consultaba dilemas del manejo de la Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios que lideraba. Recorrió toda cancha de baloncesto posible en Israel, llevando a Netanel a sus entrenamientos y juegos en la liga juvenil nacional.Cuidó con constante abnegación a su viuda Mamá. En una ocasión tuvo que tomar una “colita” en un jeep adaptado a las condiciones para rescatar a Mamá, que había quedado atrapada en Jerusalén, sin electricidad, por una tormenta de nieve.
De 1991 a 1995 fue director de la escuela judía Tarbut en Ciudad de México.Son incontables las anécdotas, muchas cómicas y no todas educativas, que reunió allí.
Entre 1995 y el año 2000 se desempeñó en la Fundación Mandel, implementando programas de desarrollo de liderazgo educacional judío.
En el año 2000 fundó Telos, una compañía dedicada a la consultoría para el desarrollo de la educación en todo el globo. Telos lo llevó a consultar con sistemas educacionales de más de una docena de países en el mundo, usando siempre su cálida sonrisa y enorme corazón para cerrar las brechas de las distintas culturas donde se desempeñaba.
Siempre habló con orgullo de haber nacido y crecido en Tetuán. Era divertido escucharlo hablar jaquetía, lengua que hablaba fluido, pero que no mencionaba en su CV. Y sorprendía cuando en cualquier contexto y sin previo aviso arrancaba a cantar una melodía sefardí, con su melodiosa voz.