Syed Rizwan Faruk, quien junto a su esposa Tashfeen Malik masacró a sangre fría a 14 personas e hirió a 21 en California, compartía la ideología del “Estado Islámico” y tenía una “fijación” con Israel, según declaró su padre en una entrevista.
Como informa el sitio web del Congreso Judío Mundial, el FBI encontró en la casa de Faruk y Malik todo un arsenal que incluía una docena de explosivos y 5000 municiones. El presidente Obama calificó la masacre como un acto de terrorismo, aunque señaló que hasta el momento no se contaba con evidencias de que haya sido planificado desde el exterior o que formara parte de una conspiración de mayores proporciones.
La pareja irrumpió en una fiesta de Navidad que tenía lugar donde ellos mismos trabajaban, el Centro Regional de San Bernardino, y comenzó a disparar indiscriminadamente.
La esposa de Faruk también había manifestado en su cuenta de Facebook su lealtad a Abu Bakr al-Bagdadi, líder de ISIS. Por supuesto, ese movimiento alabó a los esposos por su acción.
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China es, desde hace décadas, la factoría del mundo. Existen pocos artículos que no se produzcan y exporten desde allí, ya sean electrodomésticos, ropa, teléfonos o instrumentos musicales.
Pero una categoría de objetos hechos en China sí sorprende: judaica, es decir elementos de la religión y cultura judía.
Un reportaje publicado en el portal Tablet revela que en la potencia asiática se producen muchas de las kipot que se venden en Estados Unidos. Una de las empresas más importantes del ramo, Ever Better, las hace en muchos materiales (de piel, tejidas, de terciopelo, satinadas) e infinidad de diseños, por encargos de un mínimo de 1000 unidades. Pueden ser hechas a mano o a máquina, como lo prefiera el cliente.
El autor del artículo, David Kalman, se puso a investigar y descubrió que incluso muchas de las kipot que ofrecen intermediarios israelíes son chinas. Uno de los principales fabricantes de judaica en Estados Unidos, Rite Lite, pasó de productor a importador al no poder mejorar los precios de su competencia china o hindú. Y esto ha pasado con casi toda la producción estadounidense de productos judaicos, desde menorot hasta sevivonim o mezuzot; solo las versiones lujosas, o las que según la Halajá deben ser hechas por manos judías, se siguen fabricando en el país.
Otro dato interesante es que los fabricantes chinos, en general, no tienen idea de qué son los objetos de judaica que venden; por ejemplo, la compañía Ever Fortune, de la ciudad de Qingdao, produce kipot, pero también gorras de béisbol, de invierno y “cientos de otros tipos de vestuario para la cabeza”, dice Kalman. La firma Shangrao Knit Crochet, de Yiwu, hace mantelitos para cubrir jalot, vasos para kidush y kipot, junto a gorros musulmanes, baberos para bebés y hamacas. Y la mayoría de los productos de Bodenda Tin, ubicada en la metrópoli de Hangzhou, son pequeños envases de metal, pero fabrica menorot si el encargo es de un mínimo de 10.000.
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Expertos en antigüedades advierten que el inmenso mercado negro de esos objetos en Estados Unidos podría estar financiando a ISIS, señala el diario Israel Hayom.
Según el reporte, todo lo que los radicales sunitas no destruyen en Siria o Iraq lo venden con fuertes ganancias. Deborah Lehr, directora de la ONG de expertos Coalición de Antigüedades, con sede en Washington, afirma que ISIS le ofrece dinero a los habitantes de las áreas que ocupa para que hagan el trabajo de excavación. “Los residentes locales lo hacen por razones comprensibles. Son tiempos económicamente muy difíciles”.
Se estima que algunos de los ítems saqueados se venden en el mismo Medio Oriente, pero otros son enviados a Asia, Europa y Estados Unidos. Los inspectores de aduanas no están entrenados para diferenciar entre una baratija que trae un turista o una urna de hace 3000 años, dice Lehr.
Los grandes museos estadounidenses, como el Smithsonian —donde por suerte están resguardados objetos provenientes de las zonas hoy saqueadas por ISIS— están ofreciendo su experticia para entrenar a los funcionarios de aduanas, para que puedan reconocer el contrabando arqueológico. También hay una “lista roja” elaborada por el Consejo Internacional de Museos, que advierte en todo el mundo sobre los objetos que podrían provenir de excavaciones ilegales.
El portal de subastas eBay informa que hasta ahora no ha detectado evidencia de objetos saqueados, pero advierte a los compradores potenciales que deben tener cuidado. “Algunos coleccionistas dicen que una manera de proteger esos materiales es comprarlos. Por supuesto que se trata de una falacia: el dinero es un incentivo para que ISIS siga saqueando”, afirma Richard Kurin, del Museo Smithsoniano.
Pero el robo de la herencia cultural de la humanidad tiene otro lado oscuro: “Este tipo de ‘limpieza cultural’ que está ejecutando ISIS es un precursor, en muchos casos, de la limpieza étnica”, dice Deborah Lehr.
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A pesar de la intensa campaña del movimiento BDS para boicotear a las universidades y académicos de Israel, 24 científicos israelíes acaban de ganar la prestigiosa beca de investigación ERC de la Unión Europea, informa el diario Aurora.
Esta cifra coloca a Israel en el primer lugar en becas de investigación per cápita. En números absolutos Israel se encuentra en el quinto puesto, mientras que el Reino Unido ocupa el primer lugar con 48 becas, seguido por Alemania con 47. En total, este año se ofrecieron 291 becas como parte del programa europeo “Horizon 2020”.
Entre las 162 instituciones de investigación participantes, la Universidad de Tel Aviv obtuvo el tercer lugar en el número de ganadores de becas, con ocho investigadores. La UTA solo fue superada por CRNS de Francia (12 ganadores), y el prestigioso Instituto Max Planck de Alemania, con 10.
La Universidad Hebrea de Jerusalén obtuvo cinco becas, mientras que el Instituto Weizmann y el Tejnión recibieron cuatro cada uno. Otros investigadores de las universidades de Haifa, Bar Ilán y Ben Gurión (Beersheva) también resultaron elegidos.
La mayoría de estos becarios se dedican a investigaciones sobre ciencias de la vida, Física, Ingeniería, Informática y Medicina, aunque también se cuenta con dos especialistas en ciencias sociales, específicamente Sociología y Comunicación Política.
“Horizon 2020” recibió este año casi 3000 propuestas de investigación.
